Consiste en dirigir al lector a través de lamaquetación de manera que se fije en la información en el orden deseado. Hay recursos gráficos que puedes utilizar para este propósito por ejemplo, colocar flechas que sugieran la ruta que hay que seguir. Si tienes una serie de imágenes que es preciso seguir, como en el caso de una sucesión de instrucciones paso a paso, puedes enumerarlas para indicar la sucesión.
Organización de los elementos visuales
Algo que no debes hacer es guiar al lector de forma que se salga de la maqueta. Esto puede suceder por muchos motivos, pero los principales responsables son los gráficos e imágenes que indican una dirección. Por ejemplo, si colocas un retrato que mira hacia la izquierda en la página de la izquierda de un folleto, la mirada del lector también tenderá a irse hacia la izquierda. Si el retrato estuviera mirando hacia la derecha, hacia el centro de la maquetación, el flujo de izquierda a derecha se mantendría correctamente.
Alineaciones
La interacción entre las principales formas que constituyen tu diseño generará esos enlaces visuales. Puede conseguirse utilizando recursos muy sencillos como pequeñas alineaciones de texto e imagen, o introduciendo paneles coloreados e imágenes decorativas para llenar los espacios vacíos.
Enlaces Visuales
Para realzar aún más la sensación de estructura de la maqueta, hay que prestar mucha atención a las alineaciones La idea consiste en no colocar jamas al azar elementos individuales y formas, sino disponerlos de manera que queden visualmente ligados. Lo interesante en el uso de las alineaciones es que no añadas ningún elemento físico a la maqueta, sino que las formas alineadas están conectadas de forma virtual por las líneas que tu cerebro traza.
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